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    ¿Por qué mi perro no quiere comer?

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    Mi perro no quiere comer: ¿debería preocuparme?

    Si hay algo que los perros aman más que a su dueño, es comer, por eso cuando nuestro fiel amigo pierde el apetito nos hace encender las alertas y preguntarnos ¿por qué mi perro no quiere comer?

    Y la respuesta puede tener muchas causas y para todas ellas es necesario prestar atención. La alimentación es un pilar fundamental en la salud de tu perrito y el que no quiera comer puede ser la primera señal de que algo no anda bien, ya sea a nivel físico, emocional o ambiental.

    La pérdida de apetito en perros no es una enfermedad, sino un síntoma, por eso, comprender las causas es muy importante para determinar qué hacer por la salud de tu consentido. 

    Aquí te compartimos las razones más comunes por las que los perritos dejan de comer:

    1. Estrés y ansiedad. A los perros les gustan las rutinas y son muy sensibles a los cambios en su entorno, por lo que cosas como una mudanza, arreglos en la casa, la pérdida de algún miembro de la familia, etc., pueden estresarlos y causarles ansiedad, lo que los lleva a no querer comer. 

    2. Ruido o eventos traumáticos. Ruidos fuertes como tormentas o fuegos artificiales, visitas al veterinario o experiencias negativas pueden hacerlos perder el apetito. 

    3. Cambios en su hora de comer. Un cambio en los horarios de alimentación, paseos o interacción puede alterar su reloj biológico y su deseo de comer.

    4. Aburrimiento. Si tu perro ha estado comiendo el mismo alimento durante mucho tiempo, podría simplemente aburrirse de él. Algunos perros son más 'exigentes' y disfrutan de la variedad. Puedes intentar mezclar sobres para perro y/o latas para perro en su alimento seco o croquetas para darle esta opción. 

    5. Premios y sobrealimentación. Si le das demasiados premios a tu perro o le compartes tu comida, es posible que se sienta satisfecho y que no tenga hambre cuando llegue su hora de comer. Además, algunas comidas humanas pueden causarle problemas digestivos. 

    6. Problemas con su plato de comida. Si está sucio o tiene restos de comida, es posible que tu perrito no quiera comer debido a olores o sabores desagradables. 

    Por otro lado, si en casa hay más de un perro, la competencia por la comida puede generar estrés y hacer que un perro más sumiso se abstenga de comer.

    7. Viajes. Los viajes en coche o avión pueden causar mareos y náuseas, lo que naturalmente lleva a la pérdida de apetito. El estrés del viaje en sí también puede ser un factor.

    8. Celo en hembras. Las perras en celo pueden experimentar cambios hormonales que afectan su apetito.

    9. Edad. Los perros mayores pueden experimentar una disminución natural del apetito debido a un metabolismo más lento, problemas dentales, disminución del sentido del olfato o del gusto, o condiciones médicas crónicas asociadas con la edad.

    ¿Por qué mi perro no quiere comer?: causas médicas

    Una vez que ya descartaste las causas ambientales, es momento de considerar si la pérdida del apetito de tu consentido se debe a alguna enfermedad.

    Para explorar estas razones, lo más recomendable es que acudas con un veterinario para que revise a tu pequeño.

    Estas son algunas causas médicas detrás de la falta de apetito en perros:

    1. Problemas dentales. Cosas como acumulación de sarro, gingivitis, infecciones en las encías, dientes rotos o flojos pueden causar dolor al masticar y por tanto hacer que tu amigo peludo no quiera comer. 

    Presta atención a signos como dificultad para masticar, babeo excesivo, o si frota su hocico con su pata, pues esto puede indicar problemas dentales. 

    2. Problemas digestivos. Tu perrito podría tener dolor en su pancita, gastritis o 

    infecciones bacterianas, virales o parásitos, lo que puede llevarlo a no tener ganas de comer. Aquí es muy importante que, si notas que vomita, tiene diarrea o letargo, lo lleves de inmediato con su doctor. 

    Otras causas de pérdida del apetito son: 

    • Pancreatitis

    • Enfermedad inflamatoria intestinal 

    • Obstrucción intestinal

    • Infecciones urinarias y respiratorias

    • Enfermedades transmitidas por garrapatas

    4. Enfermedades sistémicas. Que tu perrito deje de comer, puede significar que existe alguna enfermedad en otros órganos vitales, como por ejemplo:

    • Enfermedad renal

    • Enfermedad hepática

    • Diabetes 

    • Cáncer 

    5. Dolor. Cualquier tipo de dolor, por ejemplo, una lesión en alguna parte de su cuerpo, artritis, problemas de espalda o una condición interna, puede hacer que tu perro no quiera comer.

    6. Medicamentos. Algunas medicinas pueden tener efectos secundarios que incluyen náuseas o pérdida de apetito. Si tu perro ha comenzado un nuevo tratamiento y notas que deja de comer, dile al veterinario. 

    7. Vacunación. Es común que los perros dejen de comer después de recibir sus vacunas. 

    ¿Qué debo hacer si mi perro no quiere comer

    Lo primero que debes hacer es observar para determinar si se trata de un problema ambiental y si se siente enfermo. Esto le servirá mucho al veterinario y seguramente te hará algunas preguntas durante la consulta. 

    Esta es una guía que puede ayudarte: 

    ¿Cuánto tiempo lleva sin comer? Un día sin comer puede no ser tan alarmante si tu perrito sigue activo y no muestra otros síntomas. 

    Pasado ese tiempo pregúntate lo siguiente y llévalo al veterinario: 

    • ¿Hay cambios en su nivel de energía? ¿Está letárgico, más dormilón de lo normal, o no quiere jugar?

    • ¿Hay vómitos o diarrea? La presencia de problemas gastrointestinales es una señal clara de que algo anda mal.

    • ¿Ha habido cambios en sus hábitos de beber agua? Un aumento o disminución significativa en la sed puede indicar problemas renales o diabetes.

    • ¿Hay cambios en sus heces u orina? Sangre, mucosidad, cambios de color o dificultad para orinar son señales de alarma.

    • ¿Muestra signos de dolor? Cojera, gemidos, sensibilidad al tacto, dificultad para levantarse o acostarse.

    • ¿Hay cambios en su peso? Una pérdida de peso inexplicable es siempre preocupante.

    • ¿Su nariz está seca y caliente? Aunque no es un indicador definitivo de enfermedad, puede ser un signo.

    • ¿Su respiración es normal? 

    • ¿Hay cambios en su comportamiento general? ¿Está más irritable, retraído o busca más atención de lo habitual?

    Es momento de llevarlo al veterinario de emergencia cuando: 

    • Lleva más de un día sin comer

    • Presenta diarrea, vómitos, letargo, fiebre, dolor o cualquier otro síntoma preocupante.

    • Si sospechas que comió algo tóxico o un cuerpo extraño.

    • Si tiene una enfermedad crónica y su apetito disminuye repentinamente.

    • Si es un cachorro y no come, ya que los cachorros se deshidratan y descompensan rápidamente.

    El veterinario realizará un examen físico completo, que puede incluir la revisión de la boca, la palpación abdominal y la auscultación. Dependiendo de lo que encuentre te podría recomendar exámenes adicionales como pruebas de sangre, orina, heces, radiografías, ecografías o incluso endoscopías para llegar a un diagnóstico preciso.

    Como verás, que tu perro no quiera comer es algo que no debes ignorar, ya que puede ser el inicio de un problema de salud.

    Aprende a conocer a tu consentido y a observar para que, cuando estés en consulta veterinaria, puedas ofrecerle respuestas a su doctor que lo ayuden a establecer un diagnóstico.

    Recuerda que si quieres saber más sobre el cuidado de tu amigo peludo, en el Blog de PEDIGREE® contamos con mucha información para ti. 

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